lunes, 13 de agosto de 2012

Escuchando al sultán

   Cuento corto
   Necesitaba ver algo bello aquella tarde. Todo paso por mi mente tan rápido. Todo mientras camine entre toda la muchedumbre del mercado.  Bueno, mejor seria decir que sentí ese deseo al salir de toda la muchedumbre. 

    Si, así lo recuerdo , entonces fue cuando pude apreciar los canticos tan maravillosos que provenían de la mezquita azul.    Mas adelante mi espíritu se relleno de regocijo, y de paso me decidí a preguntar  a un vendedor de sortijas. “ ¿Quien recita hoy las suras de manera tan bonita? ” Me respondía que era Jah-almi, el hijo del vendedor de alfombras.

   Así que decidí pasar por la tienda de su padre, a ver si la mercancía era tan bella como el recitar de su hijo.
  Termine casi toda una bolsa de maní cuando llegue frente a la entrada, donde un anciano me propuso a seguir adelante hasta  toparme con unos escalones.  Mientras volvía a bajarlos comencé a presenciar el exquisito aroma de incienso de sándalo que allí permeaba.
   Baje con cuidado los últimos escalones cuando poco a poco se comenzó a revelar el salón sobre mi rostro tapado. El asombro me relajo a soltar mi bufanda.  Era un lugar hermoso donde pude apreciar un sultán el cual recibía opiniones de sus acompañantes.



“ Es lo mas hermoso que he visto en mi vida, y ciertamente lo mas interesante de todas las travesías que he podido hacer” . Así le repitió a todos mientras mis ojos se embriagaban de lagrimas y me decidía entrar al salón sin importar la impropia gestión que seria de mi parte hacerlo. Y las consecuencias que tendría mi intención por el arte ante toda aquella elegante reunión.


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